Si eres una mujer que se siente agotada por el imperativo de productividad y la presión constante por «hacer», entonces esta reflexión es para ti.
¿Te imaginas si la canción de Shakira dijera «Llorar Y Facturar«? Sería un tremendo salto, ¿verdad?
Es cierto que a menudo se nos hace creer que la productividad es sinónimo de poder y empoderamiento, pero esto es cuestionable.
El poder personal no se mide por cuánto producimos o cuánto dinero ganamos. De hecho, esta idea es una caricatura que nos han vendido para mantenernos esclavizadas en una rueda de hamster interminable.
Es importante que entendamos que ser poderosas no significa convertirnos en máquinas hiperproductivas.
Eso sólo le sirve al sistema, pero en lo que respecta a la intimidad de la vida de una mujer, el imperativo de productividad arrasa vorazmente con nuestra subjetividad.
Entonces: ¿Qué es ser poderosa?
Estar en tu poder sucede cuando aceptas tu vulnerabilidad y tu fuerza.
Entonces se puede llorar Y facturar
Sentir no es excluyente de hacer.
Es la polarización lo que nos desintegra, refugiarnos en el hacer sin derecho a sentir, o bien, quedarnos en el sentir abandonando el hacer.
Estar en el poder es justamente reivindicar nuestro derecho a ser fuertes y al mismo tiempo ser vulnerables.
Que tu verdadero poder se levante y te guíe, no para salir a llenarte de exigencias productivas, si no para que puedas vivir más libre de ser tu misma.
Poderoso, es ser honesta y auténtica contigo misma.
No necesitas personajes ni caricaturas idealizadas.
ERES SUFICIENTE.
Con amor,
Fran V.