Mujer y Progreso Francisca Vargas 20/01/2021

Mujer y Progreso

Descubre una crítica contundente sobre la idea del progreso de la mujer en la sociedad actual. Aprende sobre los avances logrados en la educación y el mercado laboral, pero también sobre las barreras significativas que las mujeres siguen enfrentando en temas como la brecha salarial, la discriminación y el acoso laboral, la representación política y el liderazgo empresarial. Adéntrate en una reflexión crítica sobre la desigualdad de género y la importancia de seguir luchando por la igualdad.

LA BRUJA, LA DAMA DE HIERRO Y LA MUJER EMPODERADA.

Quisiera hacer una pequeña revisión sobre aquellos ideales sociales que se nos han presentado a las mujeres y que en ocasiones con ingenuidad hemos perseguido, sin darnos cuenta cómo siguen escondiendo las mismas injusticias de género.

LA BRUJA

En la transición del feudalismo al capitalismo. El patriarcado cambió el culto a la madre divina por la adoración a un padre controlador y obsesionado con el dinero. A ratos encarnado en la iglesia, en otros por el hombre a cargo de gobernar.

Al igual que el comercio de esclavos y el exterminio de los pueblos nativos en el Nuevo Mundo, la caza de brujas se sitúa en el cruce de caminos de una serie de procesos sociales que allanaron el camino para el advenimiento del mundo capitalista moderno (Federici, S. (2021) “Brujas, Caza de Brujas y Mujeres” . Tinta Limón.)

Las mujeres perseguidas por  “Brujas” no eran quienes hacían cocimientos de sapos y culebras en un caldero, si no quienes ocupaba posiciones de poder en las organizaciones comunitarias, líderes, parteras, curanderas, mujeres independientes que muchas veces renunciaban al matrimonio y a la maternidad para dedicarse al servicio comunitario.

La caza de brujas desmanteló el liderazgo femenino en las comunidades y demonizó a las mujeres que se resistían a ser subordinadas al poder de los hombres.

La sumisión y aceptar el rol doméstico, cediendo el terreno de lo público a los hombres, era lo que las protegería de la hoguera.

Así fue como los hombres tomaron las posiciones de poder, más tarde fueron los que tuvieron acceso al dinero, a las decisiones de influencia, y a la vía pública. La mujer en cambio, quedó a cargo del cuidado del hogar, su trabajo no era remunerado y no podía participar abiertamente de la política ni de las grandes decisiones públicas.

Fue la caza de brujas a través de lo cual se impuso un nuevo código social que convirtió toda fuente de poder que no estuviese relacionada con el Estado o la Iglesia en algo demoniaco.

LA DAMA DE HIERRO

Tras unos años 20` tortuosos en los que a duras penas el movimiento de las sufragistas consiguió el derecho a voto en Estados Unidos- que en ese tiempo fue sólo para mujeres de raza blanca-, le fueron siguiendo otros países, hasta que en 1949 se aprobó en Chile. De esta forma la recuperación de espacios públicos fue abriéndose camino para las mujeres.

Y así fue, con muchas luchas de por medio, que luego de cientos de años de silenciamiento femenino, en los 70`que volvemos a ver a mujeres en cargos de poder.

Margaret Thatcher, quien recibe el apodo de la Dama de Hierro en la época, es uno de estos exponentes.

Hablamos aquí de mujeres que se ven obligadas a comportarse de manera impostada, fingiendo ser más duras que el macho para encajar en un modelo patriarcal de poder  (Ribas, C.(2010) “Miedo a ser, las imposturas de la feminidad”. Planeta).

No podría nombrar a estos como liderazgos femeninos, entendiendo aquellos como los que se orientan por la ética del cuidado y la colaboración. Se trata más bien de mujeres encarnando liderazgos patriarcales de dominación y competencia, que redoblan sus esfuerzos por endurecerse para así demostrar que están a la altura del macho para liderar.

Por lo que aún cuando vemos mujeres en las esferas de poder, esto no es sinónimo de la recuperación de nuestra voz y poder femenino en el espacio público. La carrera profesional sigue siendo inadecuada para la vida de una madre, y aunque comenzamos a estar integradas en el mundo académico y laboral, las brechas salariales son enormes.

¿LA MUJER EMPODERADA?

La mujer empoderada es el nuevo ideal que nos presenta el discurso público, un tipo de Mujer al que debiésemos aspirar para ser “exitosas”, aquella que hace parecer que todo lo imposible y difícil es fácil.

Esta es una mujer que sí está integrada con sus ambiciones en el ámbito laboral, económico y de poder, es emprendedora, eficiente, saludable, fitness y no ha descuidado su rol de dueña de casa y madre ejemplar por privilegiar su carrera, ya que es una mujer que lo puede TODO, siendo capaz de organizar en armonía su espacio doméstico y laboral.

Pero seamos honestas, lo que encubre este ideal de Mujer Empoderada finalmente es una mujer con triple jornada de trabajo, que no tiene tiempo de descanso, que no para, que esta produciendo y rindiendo en cada área de su vida.

Una mujer sobre exigida con estrés crónico.

La mujer empoderada es el mejor negocio para el sistema hoy.

Produce dinero, consume de todo, y además está a cargo de lo doméstico.

MODELOS DE DESARROLLO E IDEALES FEMENINOS

Tras siglos en que el modelo de desarrollo descansó en que la mujer sola se hiciera cargo de lo doméstico, la crianza y el cuidado de la familia. Con su delantal, sus deliciosas recetas, esperando al marido que llegaban cansado del trabajo con su peinado impecable y la mesa puesta perfecta para la cena. Como si ella no se cansara y no hubiese trabajado todo el día en la casa.

Hoy el modelo nos necesita como consumidoras hiperproductivas y eficientes, ya que debemos aportar valor al mercado, aunque por supuesto sin descuidar el cuidado doméstico.

¿Crees que se podría sustentar este modelo desarrollo económico si las mujeres no estuviésemos sobre explotadas y siendo multitasking a toda hora?

LA BRUJA, LA DAMA DE HIERRO Y LA MUJER EMPODERADA, nos muestran cómo a lo largo de la historia el cuerpo de la mujer ha sido manipulado, desde el horror de la caza de brujas, hasta el estrés crónico de la mujer empoderada.
Todo esto con tal de imponer modelos de desarrollo que no ponen el cuidado ni el bienestar al frente, en los que la riqueza económica se ha presentado como el ideal de progreso aún cuando esto implica la explotación de la naturaleza y la mujer.

Que nos cuestionemos los ideales que nos ponen al frente, para tomar decisiones conscientes acerca de nuestro camino de mujer es urgente y veo en esto el potencial de la construcción de un nuevo paradigma, de bienestar y colaboración.

¿Qué es para ti el progreso?
¿Cuál es tú ideal femenino de desarrollo?

Que cada una traiga sus respuestas singulares a la mesa, nos regala libertad para crear y construir, y de esta forma hacer resistencia al imperativo de productividad que nos enferma.

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